Arturo Warman, un reconocido antropólogo mexicano, consideraba que la música y la letra de la danza del Venado debían haber transitado con muy pocos cambios desde la época prehispánica hasta la actualidad.
Los instrumentos necesarios para la interpretación de la Danza del Venado son los siguientes:
Flauta. es una flauta de carrizo, de tres agujeros.
Tambor de parche. Se trata de un tambor con parche de piel de venado o de vaca, que es percutido con una vara de madera por la misma persona que ejecuta la melodía en la flauta.
Tambor de agua. Está constituido por una calabaza o guaje hueco, puesto boca abajo sobre el agua contenida en una batea de agua. La jícara se golpea con un palo para generar un sonido grave.
Raspadores. Se emplean en general dos raspadores de madera, de unos 30 cm de longitud con estrías, que se apoyan sobre dos medias calabazas huecas que funcionan como cajas de resonancia. Para producir el sonido, son frotados con una vara de madera o de metal.
Sonajas. Se trata de sonajas hechas con calabazas huecas rellenas de semillas o piedrecillas de río. Las sonajas tienen un mango y son ejecutadas por los pascolas y el maso o venado.
Tenábaris. Los danzantes se sujetan a los pies una cadena de tenabaris hechos de capullos secos de mariposa "cuatro espejos" con piedrecillas dentro. Al ejecutar la danza, los cascabeles suenan.
Flauta. es una flauta de carrizo, de tres agujeros.
Tambor de parche. Se trata de un tambor con parche de piel de venado o de vaca, que es percutido con una vara de madera por la misma persona que ejecuta la melodía en la flauta.
Tambor de agua. Está constituido por una calabaza o guaje hueco, puesto boca abajo sobre el agua contenida en una batea de agua. La jícara se golpea con un palo para generar un sonido grave.
Raspadores. Se emplean en general dos raspadores de madera, de unos 30 cm de longitud con estrías, que se apoyan sobre dos medias calabazas huecas que funcionan como cajas de resonancia. Para producir el sonido, son frotados con una vara de madera o de metal.
Sonajas. Se trata de sonajas hechas con calabazas huecas rellenas de semillas o piedrecillas de río. Las sonajas tienen un mango y son ejecutadas por los pascolas y el maso o venado.
Tenábaris. Los danzantes se sujetan a los pies una cadena de tenabaris hechos de capullos secos de mariposa "cuatro espejos" con piedrecillas dentro. Al ejecutar la danza, los cascabeles suenan.
Los personajes que intervienen en la danza son los pascolas, que van a dar muerte al venado, y el venado mismo. Tanto unos como el otro llevan un atavío ritual. Los pascolas cubren sus caras con máscaras de madera, decoradas con barbas de ixtle y pintura de color blanco sobre fondo negro generalmente. Llevan los aperos propios de la caza: arcos y flechas, además de sus sonajas y cascabeles. El venado, por su parte, va desnudo del torso, descalzo y lleva los puños cubiertos por pañuelos. A veces se cubre la mitad inferior de la cara con un paliacate, y, puesto que su tocado le cubre la frente, sólo lleva los ojos al descubierto. El tocado del venado es la cabeza de este animal, disecada y sujetada a la cabeza del danzante.
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